Dentro del proceso de creación de marca (naming, branding e identidad corporativa) el paso que determina el proyecto y qué protege la evolución del mismo es el registro de marca. La importancia de este punto dentro del proceso radica en la protección de tu nombre de marca (denominación) y de tus elementos gráficos (logotipo) a nivel legal.
El registro de marca tiene diferentes procedimientos según la Oficina a la que se solicita protección, en función del ámbito territorial que se pretende proteger. Así, por ejemplo, lo más habitual en nuestro entorno es acudir a una protección de tipo nacional, europea (Marca de la Unión Europea) o internacional (Marca Internacional que designa varios países). En estos tres modelos se otorga al titular de la marca, bien sea persona física o empresa, el derecho exclusivo a utilizar en el mercado la marca protegida para aquellos productos y/o servicios solicitados así como la posibilidad de prohibir a terceros su utilización dentro del ámbito territorial en el que se posee protección.